Y por fin llegó nuestra fiesta de Navidad!!…Todos nuestros Pippius vinieron disfrazados y a primera hora de la mañana, ya estábamos listos para comenzar a dar ritmo al cuerpo. Qué ganas teníamos de disfrutar de nuestros bailes y villancicos, pero lo que más ilusión nos hacía era la merienda de gusanitos y zumos, amenizada con la visita de Papá Noël.

Una vez que ya estuvimos todos en la clase, nos recolocamos el vestuario para estar bien guapos y comenzamos con la función Navideña. Los primeros en actuar fueron nuestros pequeños papá noëles. Nos hicimos nuestra foto de grupo acompañados por nuestra profe y pusimos el cd bien alto y con nuestras paderetas comenzábamos la función. La gran mayoría bailaban encantados debambulando por el aula, aunque alguno parecía que se agobiaba un poco de tanto jolgorio.

Daba gusto verles tan contentos dando saltos y moviendo sus panderetas al son de la música. Alguno cuando se cansaba se sentaba un rato, cogía fuerzas y de nuevo para arriba a dar sus últimos saltos.

Después de esta gran actuación, llego el turno de nuestros bebés. Ellos estaban espectantes de ver el aula decorada y no dejaban de fijarse en los árboles de Navidad. Escucharon su villancico echándonos alguna sonrisita aunque bien es verdad que la pandereta que más sonó fue la de su profe pues ellos estaban un poco dormidos de la siesta de la mañana y estuvieron más parados que de costumbre, tal vez también intimidados por las camaras de fotos y video.

Aun así, estaban preciosos y daba gusto verles con sus gorritos. Incluso luego jugaron un rato con el árbol musical.

Y trás esto llegaba la actuación estelar de nuestros pastorcitos!! lo hicieron fenomenal, bailaron como unos campeones y lo mejor de todo es que se les vió en todo momento disfrutar muchísimo. El primer villancico que bailaron no dejaban de dar saltos y mover sus panderetas en todo momento. Pero el segundo fue precioso al verles bailar en pareja. Estaban todos guapísimos!! y en el tercero nos deleitaron con ese precioso tren formado por todos ellos. Fue un gusto verles ya tan mayores y disfrutando en todo momento.

Y como colofón de una mañana de fiesta, no podía faltar nuestra merienda de patatas, gusanitos y zumos.  Madre mía, como les gusta!!

Dejan los platos vacios en un abrir y cerrara de ojos. Aunque esta vez en nuestra merienda tuvimos la grata sorpresa de la visita de Papá Noël. Vino cargadito de regalos para compartir en la escuela, y era muy gracioso ver su cara de sorpresa al verle aparecer. Los más atrevidos se acercaron a coger los regalos y le dieron un gran beso, mientras le contábamos lo buenos que hemos sido en Pippiu.