Taller experimental de frío y calor con nuestros bebés
Esta semana y coincidiendo con el centro de interés que estamos trabando, El Invierno, hemos realizado un taller de experimentación con nuestros pequeños, con el frío y el calor. Hemos llevado a cabo esta actividad tocando una bolsita de tela caliente, de esas bolsas de tela rellenas de un cereal que se calienta en el microondas para las contracturas musculares y unos mordedores congelados, de los que se usan para calmar el dolor de encías, y así fuimos viendo las preferencias de nuestros peques.
Fue muy curioso observarles para ver sus preferencias, pues los bebés más mayorcitos cogían el mordedor frío con toda normalidad, pero cuando tocabán la bolsa caliente retiraban la mano en el acto, no les gustaba la sensación de calor. Algún amigo se decidió a tocarlo con la punta de los dedos pero no querían repetir la experiencia y cuando se lo volvíamos a ofrecer, nos miraban algo más serios y retiraban la mano para no tocarlo.
Sin embargo nuestros bebés más pulguitas, estuvieron encantados con las dos sensaciones pero sobre todo se mostraban muy a gusto con el calorcito del saco. Incluso nuestra querida Irene aprovecho para ponérselo de comoda almohada.
Fue una mañana de los más entretenida, después cada uno disfrutó jugando con sus amiguitos. Dani jugó a cucu-trás con Desi, y Alejandro nos deleitó dando sus primeros pasitos apoyado en un andador, que carita de satisfacción nos ponía de conseguirlo. Nayara nos echó alguna de sus sonrisas y nuestros peques siguieron encantados descubriendo el mundo que les rodea en su clase y a sus nuevos compañeros.
¡Ay «mis» niñ@s! qué gracioso fue verles probar nuevas sensaciones. Fue muy curioso que prefiriesen los objetos fríos a los calientes y, sobre todo, lo más llamativo era ver cómo nos miraban con una amplia sonrisa al repetir el ofrecimiento de las cosas frías y las caritas de pena al ofrecerles las cosas calientes.
Sin duda alguna resultó ser una experiencia enriquecedora.